martes, 25 de mayo de 2010


'...finalmente quedaba una extensa periferia rural, donde se alternaban las aldeas, que funcionaban como centros de abastecimiento del mercado urbano, con grupos de 'viviendas protegidas' de promoción municipal o estatal (Labañou, San Pedro de Visma, Agra del Orzán) pequeños talleres e industrias, y antiguos asentamientos rurales tradicionales incorporados a la ciudad. Las carreteras eran los ejes estructurantes, y en torno a ellas se soldaban los antiguos núcleos, destacando el eje de Santa Margarita al Ventorrillo.'

1 comentario:

Anónimo dijo...

El método paranoico crítico coge otro valor en las realizaciones de Rem Koolhaas. “Si hay en nuestro trabajo un método, sería un método de idealización sistemática, una sobreestimación automática de lo existente, un bombardeo especulativo, que con cargas conceptuales y ideológicas retroactivas, inviste incluso lo que hay de más mediocre” [16]. El método paranoico de Rem Koolhaas consiste en estar constantemente al acecho de las manifestaciones de lo que Charles Beaudelaire llama “La vida moderna” [17].

Rem Koolhaas siempre cita el poeta al que le gustaba contemplar “la eterna belleza y la sorprendente armonía de la vida en las capitales”, “los paisajes de la grande ciudad” [18], para descubrir en ella “la belleza misteriosa” [19], “el fantástico real de la vida” [20]. “Todo el universo visible no es más que un almacén de imágenes y signos a los que la imaginación dará un sitio y un valor relativo ; es una especie de alimento que la imaginación debe digerir y transformar”. [21]

Rem Koolhaas cuando mira la metrópoli contemporánea, y especialmente el mundo de las periferias, no se contenta de considerarla como un diccionario de errores que hay que levantar. Él destaca la “aterradora belleza” [22] y saca su método, que es el de la “idealización sistemática”, y de la “sobreestimación automática de lo existente” [23], no para satisfacerse de este existente sino para explotar todas sus potencialidades.

“Incluso en las situaciones más degradadas, podemos siempre encontrar el principio o la llave de algo bien... No hay situaciones bastante podridas a las que no conseguimos encontrar un concepto retroactivo” [24].

No alinearse sobre una moral de resentimiento, que dicte un rechazo dogmático de todo lo que la generación que nos ha precedido pensó y produjo, explica que Rem Koolhaas aparezca, a menudo, como desplazado en comparación con sus contemporáneos, para quien la crítica radical de las teorías y las realizaciones arquitectónicas y urbanas de la posguerra ( segunda guerra mundial) es la condición sine qua non para toda afirmación.

Rem Koolhaas dice : “... Hemos siempre verificado esta teoría que dice que es en los cubos de basura que se encuentran tiradas las ideas más ricas ; las más desacreditadas a nivel del buen gusto, las más innovadoras a nivel del contenido”. [25]

Rotterdam sería a este propósito ejemplar, ya que, tras una reconstrucción en los años cincuenta que queda como un paradigma “moderno”, fue propensa a revisiones antimodernas que quisieron negar las cualidades de sus vacíos y sus espacios abiertos en beneficio de una densificación compacta.

El famoso proyecto de la “torre en barra” o del “puente en torre”, situado sobre las orillas del MOSA es un intento para restablecer una cadena quebrada, y eso, apoderándose del terreno más difícil y más estrecho para construir en él un edificio vertical : signo tangible de una voluntad de no olvidar lo que fue Rótterdam (véase la figura n°10).

“... En algunos casos, el único hecho de dar una dignidad a un concepto retroactivo, es objetivamente explotarlo al máximo” [26].

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